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"La utilización de los proyectos de aula como dispositivo o estrategia pedagógica, requiere de la puesta en marcha de un proceso que se compone de varias fases o momentos. Idealmente, todas las fases del proceso demandan la participación y contribución del grupo, y solo la eventual división del trabajo para la ejecución diferenciará los aportes de los integrantes del equipo. Gutiérrez y Zapata (2011) distinguen ocho fases o momentos de la formulación e implementación de los proyectos de aula:

 

- La elección del tema. Basada en la exploración de los intereses, necesidades y motivaciones de los estudiantes.

 

- Planeación. Es un momento crítico del proceso que impulsa a abordar preguntas esenciales sobre el proyecto: el qué, cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué, quiénes, con qué.

 

- Diagnóstico. Demanda la exploración de saberes previos de los estudiantes, también la identificación de sus intereses y habilidades, así como de las facilidades y dificultades del proceso.

 

- Problematización. A partir de la mirada previa, del diagnóstico y del reconocimiento del contexto, se formula el problema o pregunta a resolver. Este componente facilita la conversión del proyecto de aula en proyecto de investigación o innovación.

 

- Diseño. Implica la organización del proceso en términos del formato de proyecto. Esto conduce a desarrollar habilidades en la formulación de objetivos, elección de estrategias e instrumentos, realización de cronogramas de actividades, identificación de recursos requeridos, etc.

 

- Ejecución. Puesta en marcha de la planeación y proyección. El proceso debe ser sistemático, pero flexible. La ejecución debe estar mediada por procesos de diálogo, retroalimentación permanente, espacios específicos para el reconocimiento de los nuevos aprendizajes y la reflexión sobre los logros y dificultades.

 

- Evaluación. Este proceso debe ser permanente y acompañar cada una de las fases del proyecto. Implica dos dimensiones: en primera instancia, una mirada sobre el proyecto, sus avances, dinámica y logros. En segundo plano, debe orientarse hacia los aprendizajes, los conocimientos adquiridos, las destrezas que se han desplegado y los nuevos requerimientos.

 

- Sistematización. Reflexión y escritura sobre la experiencia. Divulgación de productos del proyecto y visibilización de logros"

 

(Gutierresz & Zapata, 2011, citado en Jiménez, 2017).

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